Os pongo esto que sale en izaronews, sólo para subrayar la última frase:
Acto fallido.- Crónica desde la barbacana
Eneko Gumuzio
El acto del BEC del pasado sábado tenía tres objetivos principales para el PNV: mostrar músculo ante el PSOE llenando el BEC, demostrar unidad interna y manifestar a la sociedad vasca capacidad de renovación en el mensaje y las formas. Ninguna de las tres se consiguió.
El acto se organizó a mayor gloria de Iñigo Urkullu, padre de la idea, ya adelantada en su primer discurso como presidente del EBB. Contaba algún asistente a la salida del acto que salvo bailar con plumas y tanga hizo de todo a lo largo de la tarde-noche.
Urkullu presentó, habló, preguntó, respondió y aplaudió. Como en el EBB, donde ejerce de presidente, portavoz, organizador y telefonista de guardia. A su pesar, el auténtico protagonista fue el Lehendakari Ibarretxe. Fue él quien se llevó las mayores ovaciones de la noche cuando declaró que su hoja de ruta no tenía marcha atrás. Por mucho que se les hable de innovación, tecnología y servicios sociales, la parroquia nacionalista vibra con la idea de la consulta. Y tras oír a Ibarretxe, la estampida fue notoria. Fueron cientos los que se dirigieron a las puertas de salida, especialmente los que no debían regresar en los autobuses organizados. Ya habían oído a quien querían oír. Ello a pesar de los mensajes de renovación en boca de quienes ven la hoja de ruta con peores ojos.
Los que marcharon tras oír a Ibarretxe no oyeron a Urkullu decir que no hará que prospere la propuesta del lehendakari a cualquier precio. Sobran más comentarios.
Por suerte, aquel conocido burukide que pocos días antes había dicho que "no hay que sublimar la propuesta del Lehendakari" permaneció callado durante el acto. Hubiera sido demasiado.
La precampaña ha comenzado en Euskadi. Podrán acusar desde las filas jeltzales a los socialistas de pensar solamente en elecciones, pero visto lo visto, tras el pleno del 27 de Junio, donde previsiblemente EHAK dará luz verde a la consulta y el PSOE la frenará en los tribunales españoles, la cita ante las urnas estará más cerca que lejos.
Ahí es cuando llegará el momento de la verdad: ¿Podrá seguir Ibarretxe insistiendo en la consulta o tendrá que dejar paso a otros que hablen "de lo que verdaderamente interesa a la gente".