El Athletic soñaba con preparar a sus anchas la final de Copa del 13 de mayo. Para poder respirar hondo antes de ese partido debe darse prisa en sumar tres triunfos y algún empate que le permitan llegar a la cita ante el Barcelona con la permanencia asegurada. Joaquín Caparrós pidió en la sala de prensa de El Madrigal preocuparse de lo que está cerca. Lo que quede más allá del calendario inmediato no interesa, enfatizó en alusión a la final de Copa.
Los resultados de ayer confirman que los rojiblancos harían bien en centrarse en la Liga y dejar de un lado el esperado encuentro ante el Barcelona. No pudieron ser más calamitosos para los intereses del Athletic.
Osasuna ganó en el tiempo de descuento al Espanyol con un gol del iraní Nekouman. El triunfo navarro parece dejar sentenciados a los catalanes, pero da nuevos bríos a los de José Antonio Camacho, a apenas dos puntos en estos momentos de los rojiblancos. Ésta es la exigua distancia al descenso de un Athletic que al final de la primera vuelta se creía liberado de esta batalla con sus once puntos de ventaja.
Para agravar aún más la situación, el Getafe remontó ante el Recreativo. Los madrileños, con mejor 'goal-average' particular con el Athletic, le alcanzan en la clasificación. Y el Mallorca le supera con su triunfo al Atlético de Madrid.
El grupo de Caparrós paga su penosa segunda vuelta, en la que apenas ha sumado cinco puntos y, de nuevo, ha cerrado su paso por los 'Alpes' sin nada que llevarse al coleto.
El triunfo del Numancia ante el Sporting en Los Pajaritos sitúa ahora al Athletic como el peor equipo en la segunda vuelta de la Liga, superado ya por los sorianos, que han recaudado seis puntos.
El panorama provoca que los dos próximos partidos, ante Mallorca en San Mamés y Osasuna en Pamplona, sean vistos como dos auténticas finales. Los rojiblancos se presentan a estas citas obligados a sumar triunfos que les liberen de la angustia del descenso. Si se obtiene un mínimo de cuatro puntos puede soñarse con llegar a la final con el descenso lejos.
Caparrós echó sus cuentas en Villarreal. Nueve o diez puntos garantizan la permanencia. Basta, por tanto, con hacerse fuerte en San Mamés y ganar en casa a Mallorca, Deportivo, Racing y Betis para llegar a la final de Copa sin otro punto de atención que el Barcelona.
Buen antecedente
Hay otra forma de conseguirlo. En la primera vuelta el equipo recaudó catorce puntos ante sus seis próximos rivales, los que le esperan hasta la final.
A estas horas, el único club que parece sentenciado es el Espanyol. Quedan, por tanto, dos plazas de descenso a Segunda A por asignar. En esta pelea hay diez equipos: Racing, Sporting, Almería, Athletic, Recreativo, Betis, Mallorca, Getafe, Osasuna y Numancia. Aunque es verdad que la zona de descenso se ha situado a un palmo, también lo es que apenas dos puntos separan a los rojiblancos de la décima posición que ahora ocupa el Racing.
Hay más puntos para el optimismo. Se acabaron los rivales duros y hasta la final de Copa a los rojiblancos les aguarda un partido por semana, aunque haya que esperar dos para recibir al Mallorca.
Además, el calendario a partir de ahora es mucho más benévolo para los de San Mamés, con enfrentamientos ante siete de los diez últimos. De la parte noble de la tabla, sólo restan el Deportivo y Atlético de Madrid, ambos en Bilbao, y el Valencia, con el que se cierra la Liga en Mestalla.
No pueden decir lo mismo sobre el calendario algunos de sus directos rivales. Los que peor lo tienen son Recreativo, que comienza los 'Alpes' la próxima jornada; Getafe, que lo hace dentro de dos; y Mallorca y Osasuna, que acaban la Liga con enfrentamientos ante los equipos que luchan por ganar el título y meterse en la Liga de Campeones.
Jon Aguiriano, en EL CORREO