Ayer estuve en San Mamés, viendo el partido entre Athletic y Villarreal.
Al Villarreal le vi cansado, posiblemente porque el jueves jugó contra el Bayer Leverkusen en la Europa League. Así pues, había tenido poco tiempo para descansar y para preparar el partido de Bilbao.
El Athletic, en cambio, dispuso de toda la semana para prepararlo. Tenía, pues, esas dos ventajas (más tiempo de preparación y menos cansancio en las piernas), y el plus de jugar en San Mamés, ¡por supuesto!. El partido se puede decir que les llegaba en el mejor momento posible a los de Caparrós para acercarse a los puestos de Champions.
El Athletic, por su juego, está muy lejos de la Champions. Y yo ni tan siquiera veo claro que vaya a entrar al final de liga en plaza de Europa League.
Al Athletic ayer le faltó agresividad, jugó al toque a un equipo que la toca mucho mejor y no mordió a un equipo que venía cansado y que se jugaba bastante menos que el propio Athletic. En beneficio del Athletic se puede decir que el empate hubiera sido justo pero la justicia en fútbol suele ser habitualmente el consuelo de los perdedores.
En el Athletic me gustaron Ekiza en defensa, Orbaiz en medio campo y Muniain en el ataque.