Ya estamos en primavera. Y pronto empezaré a escuchar el canto de los grillos al batir sus alas en cualquiera de mis paseos por el monte. De hecho, recientemente, he realizado tres rutas sin alejarme de casa:
- en una, atravesé la playa, entré en la zona vieja de Pobeña, subí al Pico Ramos, llegué a Janeo, descendía para subir después a Monte Cordillas, bajé por Morenillo a La Rigada, alcancé Kobarón a través de la Vía Txikita y por Itsaslur regresé a la playa.
- en la segunda, subí por Espinillas hasta San Mamés, San Roke, Fuerte del Serantes, su cima y bajé a Valle, subiendo al cementerio de La Cuesta y regresando por carretera hasta La Playa.
- y en la tercera, por el Bidegorri hasta la Granja España, subí al Montaño y desde su cima por todo el cordal hasta El Peñón, descendiendo y bajando hasta La Playa.
Tres paseos bonitos y que me han permitido hacer unas 600 fotografías, que pienso compartir con vosotros y vosotras en cuanto disponga de tiempo suficiente.
Bien, en las tres rutas vi cuevas de grillos (siempre orientadas al Sur), e incluso ya grillos pero sin mudar suficiente por lo que no tienen alas aún y no pueden cantar.
Todo eso me hizo recordar a mi amigo Pepito Grillo, con quien llegué a conversar en su idioma. Me acuerdo de él, pero él ya ha muerto, lo sé, porque los grillos sólo viven un año (bueno, escasamente un año).
No importa. Pepito Grillo fue amigo mío, y siempre le recordaré.
"El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo"Kurt D. Cobain, cantante de rock duro estadounidense