Hoy un vecino viejito me ha dejado leer la carta de TRAGACETE.
Ya os dije que mi madre dice que mandar una carta sin remite es de cobardes.
Yo creo que mi mamá tiene razón.
No he entendido nada de lo que pone.
Se mete con algunas personas y eso es feo.
Puede ser bonito si dices quien eres.
Pero si entras en una casa aunque sea con una carta es una grosería no firmarla.
TRAGACETE dice que no le dejan entrar a este foro.
Yo creo que no quiere.
Mi mamá, que es muy lista, dice que él ha hecho que le expulsen para luego decir que aquí no se le deja hablar.
A mi me gustaría que TRAGACETE hablara aquí sin meterse con nadie.
Creo que TRAGACETE es un maleducado por no firmar su carta pero además creo que es muy listo.
Pero mi mamá es más lista y le ha pillado.
A mi me gustaría invitar a TRAGACETE a bombones.
Podríamos ser amigos.
Dos personas pueden ser buenos amigos
si uno invita al otro a bombones.
Mi mamá dice que igual no quiere mis bombones.
Yo se los regalo de corazón.
Mi mamá dice que si haces un obsequio a alguien y no lo acepta es un desagradecido.
Yo creo que TRAGACETE está resentido por algo. No sé porque.
Mi mamá tambien dice que cuando alguien hace esas cosas es porque tiene miedo.
Podríamos arreglarlo comiendo unos bombones
Yo creo que mi mamá esta vez se equivoca.
Yo creo que TRAGACETE no quiere bombones porque es diabético.
Y los bombones no son buenos para la diabetes.
Que suerte que yo no tengo diabetes.
Pero si TRAGACETE quiere, yo le compraría bombones sin azúcar para que venga por aquí.
Yo los he probado y no están mal.
No son lo mismo.
Son como un partido que dice que va a hacer unas cosas y luego no las hace, osea, que son un poco mentirijilla.
A mi no me importa que en una caja de 100 bombones venga alguno malo.
Pero si de 100 me vienen muchos malos, voy a la tienda a devolverla.
Una vez fui y el dueño se enfadó conmigo.
Lo mismo que ahora hace TRAGACETE.
Pero al final lo arreglamos comiendo bombones.
En la vida todo se arregla cuando las cosas se hacen con dulzura.
Por eso la vida es como los bombones.
Pero a veces, no le echamos suficiente azucar.