Zierbena Beti no puede estar satisfecha, ni mucho menos. Sus resultados no han sido buenos, pero tampoco se puede decir que han sido malos porque estaba cantado que iban a perder, aproximadamente, medio centenar de votos y que, en buena lógica, se quedarían con dos concejales.
Lo que ocurre es que, sin que los resultados de ZB sean malos, al subir tantísimo el PNV y tan mínimamente Bildu, están donde estaban: en la oposición. Y, en Zierbena, estar en la oposición resulta un camino de espinas por cómo gobierna el PNV.
Zierbena Beti ha perdido varios dirigentes (al menos, activamente) en estos 4 años, era lógico que perdiera votos. Su oposición ha existido de puertas para adentro, pero no se ha transmitido al pueblo de forma que se valorara lo que hacía. Han llegado a la campaña sin renovarse y, para mi cometen un error, están poco en la calle al lado de la gente (aunque entiendo la dificultad para ello por las ocupaciones de sus más notorios dirigentes).
Creo que, en ZB, visto que ellos no ven bien el estilo de gestión del PNV, y viendo que la mayoría del pueblo de Zierbena ha apoyado al PNV, deberían plantearse si merece la pena tanto esfuerzo para no obtener recompensa alguna.
Los dirigentes de ZB estarán pasando malos momentos y todo, por la loable tarea de querer trabajar por Zierbena; así que, de la misma manera que he felicitado al PNV por su victoria, quiero enviar muchos ánimos a la gente de ZB y agradecer su deseo de implicación para que Zierbena sea un pueblo mejor para todos. Se merecen mi respeto por ello.