También quiero dedicarte unas palabras a ti, octopussy; que sé, además, que las leerás con mucha atención y el máximo cariño.
Ánimo, amigo, este pueblo no es como tú, yo y tantos otros lo soñamos. Cuando éramos niños las puertas de las casas estaban abiertas; ahora, en cambio, están cerradas noche y día. Y si llamas a ellas, en muy poquitas saldrá la dignidad a abrirte. Ese es un valor que se ha ido perdiendo, igual que nuestra costa marina, que estaba cubierta de algas y mariscos y no como hoy, de tan sólo piedras, basura, tanques químicos y bloques de hormigón.
Nosotros, que pateábamos humildes por las estradas de nuestros barrios, buscábamos moras, uvas silvestres, endrinas e higos mientras disparábamos con la chimbera a las culebras de las charcas. Conocíamos todos los rincones, recovecos y los secretos que guardaban y, sin embargo, siempre escuchábamos con atención a nuestros mayores: abuelos, tíos, vecinos... con afán e ilusión por aprender más de nuestro pueblo; de sus gentes y de su historia.
Ahora, viene por aquí cualquier señorito o señorita, con traje de marca, eau de parfum y coche de 150 cv...cruza Zierbena por carretera, sin bajarse de su asiento de cuero ni detener el vehículos apenas, y ya se le pone un escudo en el pecho para que sea representante oficial, legalmente elegido, con gran poder de decisión sobre todos nosotros. Ya sabe de Zierbena, ahora existe un libro muy gordo que habla de todo nuestro pasado.
Ellos lo leerán, mi querido amigo. Pero tú, yo y otros.....tuvimos la suerte y el indomable orgullo de vivirlo; quizás ese libro haga alguna referencia hacia nosotros, en algún desliz del escritor y descuido de sus patrocinadores. ¡Nunca de otra manera!.
Ahora hasta creen que ser humilde es cobrar 1 millón de pesetas al mes de tu propio pueblo, por servir solamente a menos de la mitad de sus vecinos, y poniéndose uno mismo el sueldo, para más inri. Todo ha cambiado mucho, te lo digo de corazón, tú lo sabes.
Cuando le has dicho a REDSKIN que los toros se ven muy bien desde la barrera te entiendo bien, de verdad, puedo saber lo que sientes. Igual que tú me entiendes a mi y puedes saber lo que siento yo, corneado por todos los costados por salir valiente a medio de la plaza con los ojos vendados y las manos vacías.
Decía buba ayer que cuando los recuerdos dominan a las esperanzas es que nos estamos haciendo viejos. Es bella frase, sí. Pero nosotros, al menos, tenemos inmensidad de recuerdos para sentarnos como hacían nuestros mayores hace 40 años, y contarlos. ¿Tú crees que habrá algún niño o niña que nos escuche con la atención que poníamos nosotros?. A veces, lo pienso, y una lágrima se desliza mejilla abajo. La realidad no es tan fácil de vivir como los sueños, ¿verdad?.
No dudes de tu trabajo y validez como concejal de Zierbena Beti. Tú no has fallado, Zierbena Beti, quizás sí. Sabes que he estado de oyente en un par de plenos recientemente (algún ignorante-prepotente titulado hasta ha debido creer que tus discursos te los habría escrito yo) y me he sentido orgulloso de tu labor. Desde los merecidamente recordados tiempos de Dámaso Lazkano como concejal de Herri Batasuna no habido oposición en Zierbena ni verdades sin disfrazar como las que tú has dicho y trabajo tan concienzudamente realizado como el de Juanjo López. Mi enhorabuena pública a los dos.
Si fuese yo un caricaturista, habría retratado esas sesiones dibujándoos a vosoros muy grandes y en medio un humano con cara de perro, 4 personajillos muy dimunutos con la cabeza escondida y un hombre florero también. A tu lado querría haber puesto un asiento lamentablemente vacío y un apoyo femenino vestido de negro.
Necesitaba escribir, creo, ya no me entraban las palabras en mi inestable cabeza y se me caían por todos los lados. Te he escrito a ti porque sé que siempre estás dispuesto a ayudarme, y que tu puerta siempre estuvo abierta. Un abrazo virtual, mi gran amigo.