Hoy no he jugado a pala, aunque tenía toda la predisposición para hacerlo. Pero...se puede decir que no he tenido con quién jugar o que no he encontrado a nadie que quisiera o pudiera jugar conmigo o contra mi. Quizá, también por eso, estoy más triste que ayer.
Me había dicho Juanjo que Carlos bajaría a las 5 y pico porque luego jugaba el Athletic. Yo me he ido a andar 8 ó 10 km y al volver a casa he visto desde mi terraza que ya estaban jugando. Me he preparado, he cogido las palas, las pelotas, etc...y he bajado rápidamente. He podido saludar a un viego amigo, Ricar, de Kobaron, que estaba hablando con Carlos, precisamente de mi, según me han confesado, de los viejos tiempos. Juanjo y Carlos ya habían jugado dos individuales, ganados por Carlos, y ya tenían bastante porque jugar mano a mano en este frontón de una sola pared es muy duro. Tras hablar un poco, mientras me ponía la cinta barnier en los dedos de la mano, me he sentado donde nos sentamos los que vamos con idea de jugar, pues, Luisma y Rubén ya estaban también jugando mano a mano y mi intención era retarles a los dos contra mi. Juanjo ha venido de bañarse y me ha contado cómo han sido los partidos y hemos pronosticado cómo le iría al Athletic. Esperaba meterme a jugar con Luisma y Rubén pero han aparecido unos amigos suyos , una pareja, y han entrado a jugar con ellos.
En fin, que con unos y con otros, por un motivo u otro, hoy no he tenido oportunidad de dar unos pelotazos.
Un tanto abatido, y quizás enrabietado también, me he ido para casa.