Pueblo pequeño. Todos nos conocemos. Muchos somos familia, con lo que ello tiene de bueno y de no tan bueno. Intereses, conflictos, enemistades entre miembros de una misma sangre...
Gobernar un pueblo pequeño no es fácil pues acaba mezclándose lo extrictamente municipal con lo personal. Pero es inevitable.
Por ello reconozco que la labor de dirigir la nave municipal no es tarea fácil. Pero hay que tener mano izquierda y sobretodo saber escuchar.Aqui, bajo el amparo de una mayoría absoluta aplastante, se campa a sus anchas por parte del equipo de gobierno. De esos polvos vienen estos lodos, ganados a pulso por nuestros representantes.
He leído TODO lo escrito en el foro antes de decidirme a intervenir.
Y he sacado muchas conclusiones que ire esparciendo poco a poco.
Detecto CRISPACIÓN en los vecinos por no permitir que su voz se oiga. Me duele. Las voces nunca deben ser censuradas si hablan con respeto aunque critiquen al poder.Eso se llama DE-MO-CRA-CIA.
Observo un PODER MUNICIPAL OMNIPRESENTE Y PLENIPOTENCIARIO, y eso no es bueno. El poder absoluto engendra malos vicios que cuesta arrancar como la mala hierba.Y aunque sea legítimo su acceso al poder, se deslegitima a si mismo si no se emplea con criterios de igualdad, equidad y justicia.
POLÍTICA: veo que se echa por tierra (en el caso actual de Zierbena opino que merecidamente) la labor de nuestros alcalde y ediles, pero la política puede ser muy enriquecedora si se ejerce con sentido común, con verdadera entrega al bien común y no a intereses particulares, algo que aquí no esta ocurriendo.
OPOSICIÓN: no la hay, de ahí, gran parte de nuestros males. ¿Quien controla al controlador? ¿Quien juzga al juez? Ese es el reto que Zierbena debe plantearse. Que la pluralidad y el diálogo sean la norma y la imposición quede desterrada para siempre, que para eso ya tuvimos 40 años de experiencia.
Es parte del comportamiento humano. Si nadie me frena, hago todo aquello que me apetece sin sopesar absolutamente nada más.
Y hacer POLITICA, ES DIALOGAR, CONSENSUAR, DISCUTIR CON RESPETO PERO CON CONTUNDENCIA. Pero sobretodo escuchar y respetar al oponente y verle como pieza enriquecedora y no como un enemigo. Así no es ahora mi querida Zierbena, que me la han cambiado.Una sociedad, un pueblo que no entienda eso, esta condenado a la autodestrucción.