Y no despertará, Kampala.
Y como decía Sabina........
El labrador de mi pueblo lleva una azada en la mano
que grandes tiene las manos el labrador de mi pueblo
cavando de sol a sol con lluvia, nieve o calor.
El parado de mi pueblo llena de angustia sus manos
que tristes tiene las manos el parado de mi pueblo
dando vueltas a la noria sin jornal y sin historia.
El alcalde de mi pueblo lleva un bastón en las manos
que finas tiene las manos el alcalde de mi pueblo
con su orgulloso bastón preside la procesión.
El obrero de mi pueblo no está en mi pueblo, ha emigrado,
sus manos amasan pan para otros pueblos lejanos,
que lejos están las manos del obrero de mi pueblo.
El soldado de mi pueblo antes ha sido albañil
ahora ya no tiene pala lleva en la mano un fusil
que frías tiene las manos alrededor del fusil.
El cacique de mi pueblo no vive tampoco allí
con el sudor de mi pueblo se compró un piso en Moreo
con lo que su mano tira cuántos podrían vivir.
Soldado, si alguna vez, el labrador de mi pueblo se levanta,
y el obrero se levanta, y el parado...
¿qué vas ha haces tu soldado que antes has sido albañil?
¿qué vas ha hacer con tus manos y tu fusil.
Agradezco tu aprecio por mi documento gráfico, Kampala.
Son las únicas armas de un soldado abandonado y triste,
recluido en su trinchera y que seguirá luchando en solitario.